Profesionales CIVE conocieron la importancia de aplicar la neurociencia para favorecer el proceso de aprendizaje

07 Ene |

Profesionales CIVE conocieron la importancia de aplicar la neurociencia para favorecer el proceso de aprendizaje

Los participantes comprendieron cómo trabaja el cerebro, como los procesos cognitivos y las emociones afectan el aprendizaje y como el conducir los mismos pueden favorecer un aprendizaje significativo en los estudiantes.

Con el objetivo de estudiar cómo la neurociencia y las emociones de los estudiantes impactan sobre su proceso de aprendizaje, profesionales de la Dirección de Ciclo de Vida Estudiantil (CIVE) participaron en dos jornadas de talleres dictados por el Doctor en Psicología, Pablo Escobar Torres.
Durante su ponencia Escobar aseguró que las emociones siempre han estado presentes en los aprendizajes y son importantes para potenciar el talento de los alumnos en cualquier etapa del sistema escolar.
“A través de las neurociencias podemos comprender que es normal que los estudiantes experimenten emociones, entre ellas las negativas como la desesperanza, el miedo y la angustia, pero de ellas podemos sacar provecho para potenciar muchísimo más su aprendizaje. Eso es lo que queremos con este curso, dotar a los asistentes con los conocimientos teóricos y las estrategias que les permitan realizar ese proceso de transformación de emociones”, explicó.
Erika Ubilla, coordinadora ejecutiva del Programa PACE de la Universidad de Talca, aseguró que se trató de dos jornadas sumamente exitosas y enriquecedoras para todos los profesionales de la dirección CIVE que participan en los procesos de formación y acompañamiento de los estudiantes en la educación media, las comunidades educativas, así como también para los profesionales que trabajan en la Unidad de Acompañamiento Estudiantil CIMA.
“El próximo año los estudiantes retomarán la presencialidad y deberán enfrentarse a situaciones que les generen estrés y ansiedad, que pueden afectar su proceso de aprendizaje. Esta capacitación nos ha permitido visualizar cómo estas emociones, que en un principio se ven como negativas, pueden ser un aliado en el aprendizaje del estudiante. De esta manera hemos conocido estrategias y mecanismos que en el corto plazo podremos incorporar en nuestros planes de acción con los estudiantes de enseñanza media, las comunidades educativas y los estudiantes universitarios favoreciendo las funciones ejecutivas y mejorando el proceso de enseñanza-aprendizaje a través de juegos y dinámicas que consideren los sentimientos de los involucrados”, resaltó Ubilla.
Con ello concuerda, Felipe Figueroa, facilitador psicoeducativo del PACE UTalca, quien destacó la importancia de estar preparados para saber manejar las emociones estudiantiles de cara al retorno presencial a clases. “La emocionalidad que se va a generar en marzo, sino es bien manejada, puede generar hasta ataques de pánico en los estudiantes. Por ello es importante que nos capacitemos y entreguemos herramientas para que los jóvenes puedan regular de buena manera estas emociones, trabajen en ellas y las aprovechen para su bienestar físico, mental y por su puesto su proceso de aprendizaje”.
Por su parte, Andrea Romero, facilitadora académica del Programa PACE UTalca, destacó que este tipo de formaciones no solo beneficia la tarea que el programa cumple con los estudiantes, sino que también sirven para intercambiar conocimientos y capacitar a los equipos docentes, directivos, de orientación, padres y apoderados de los establecimientos educacionales con el objetivo de consolidad el trabajo mancomunado que se desarrolla en pro de los procesos de aprendizaje estudiantiles.
En la capacitación también estuvo presente Patricia Muñoz Veloso, responsable de Apoyo para la Inclusión de la Unidad de Acompañamiento CIMA, quien aseguró que esta instancia formativa es de suma importancia para compartir lo aprendido con los docentes universitarios y de los establecimientos educacionales con el objetivo de que el trato de estudiantes en situación de discapacidad sean mucho más acertadas en términos de procesos de aprendizaje.
“Lo importante es que los docentes puedan generar emociones positivas en los estudiantes durante el retorno a clases y que veamos el proceso de aprendizaje como algo global que implica el sentir, que va más allá de sólo aprender un contenido o el estudiar para las pruebas para tener excelentes calificaciones”, puntualizó.

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